Leo, escribo, pienso, son verbos que se acompañan. No se puede leer ni escribir sin pensar. Y, a su vez, al pensamiento se enriquece enormemente a partir del descubrimiento de la LECTOESCRITURA.
La lectura tiene varios obstáculos: el primero de ellos es la falta de costumbres. Ésta debe iniciarse cuando somos pequeños. Es un CIRCULO VICIOSO: a nuestros abuelos no los acostumbraron a leer; ellos no acostumbraron a nuestros padres y nuestros padres tampoco lo hicieron con nosotros.
Por: MIRIAM SUSANA LÓPEZ MEJÍA 
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